18 septiembre 2010

El misterio de las cuotas de emisión


Según Victorino Alonso, el empresario del carbón español, las eléctricas españolas se comprometieron a usar carbón nacional cuando se les adjudicaron las cuotas de emisión. Si es así, no parece que lo han cumplido. Desde que en 2008 entró en vigor la segunda fase del Protocolo de Kioto y se hizo más rentable vender cuotas que usarlas, el consumo de carbón para la producción de electricidad descendió abruptamente en España (ya lo comenté en otro post que les invito a leer: co2: Carbón de España).

En el conflicto del carbón en España, carbón que las eléctricas no quieren comprar y usar, los periódicos, de derechas y de izquierdas, defensores del Protocolo de Kioto, no mencionan un factor muy importante: las cuotas de emisión. ¿Hacen negocio las eléctricas españolas con las cuotas de emisión que gratuitamente les han sido adjudicadas? No lo sé, porque no encuentro los datos de las cuotas de emisión otorgadas y las que realmente gastan o han gastado.

Sí he encontrado (gratis) las de ArcelorMittal, fabricante de acero, en sus factorías de Europa. El señor Mittal presionó públicamente a los gobiernos para que le concediesen un alto número de cuotas o, si no, se llevaba sus empresas a Asia, en donde no se paga por emitir CO2. Le salió bien. En estos últimos años, ArcelorMittal en Europa ha gastado menos cuotas de emisión que las que le adjudicaron. Al precio de 15 euros la tonelada, el valor de la venta de las que le han sobrado en 2008 y 2009 puede ascender a unos 980 millones de euros.

ArcelorMittal y otras dos grandes compañías del acero, Corus y Thyssen-Krupp, han sido las compañías más beneficiadas con la adjudicación de cuotas de emisión de CO2, una manera sutil de subvencionar la producción europea frente a la asiática. En vez de ayudas en dinero reciben cuotas de emisión que pueden vender.

Por el contrario, las tres empresas europeas más perjudicadas con las cuotas, ya que han emitido más CO2 de lo adjudicado y lo han tenido que pagar, son tres compañías eléctricas, pero ninguna española: RWE, E.ON y Vattenfall.